Contento por tu descubrimiento, sigues investigando el despacho del director. Observas una bola del mundo tirada y al pobre “Juanito” –el esqueleto que se utiliza para explicar los huesos del cuerpo- en una postura que debería ser bastante incómoda. Junto a su cabeza y cerca de los cristales rotos de la ventana, ves en suelo otra pisada, pero en este caso en otro material. Al principio las desechas porque piensas que ya tienes toda la información que se podría obtener de una pisada, pero mirando el material más de cerca piensas que quizá esa huella podría dar más información de lo que parecía. El material era parecido a la goma eva que se utiliza en manualidades. Al igual que en el caso de la alfombra, este material se deforma con la presión, pero en este caso el material iba recuperando poco a poco su forma una vez desaparecía la presión ejercida ¡Sabiendo cómo se deformaba el material y a qué ritmo se recuperaba podrías saber a qué hora fue el robo!
De nuevo, sacas tu móvil, fotografías el material y lo buscas en internet. Tras una pequeña búsqueda encuentras los datos que necesitas. Miras la hora (21:13) y te pones a calcular la hora del robo.
ACTIVIDAD 2: La hora del robo
Sabiendo que este material:
Se recupera a un ritmo de 2,4 mm/hora.
Y que la huella:
Mide 250 mm de largo por 100 mm de ancho.
Su profundidad en ese momento es de 8 mm.
¿A qué hora se produjo el robo?
NOTA: Ten en cuenta que la masa del ladrón es la misma que la calculada en la primera huella.
Comparando la hora a la que se produjo el robo con las horas en las que los sospechosos no tienen cuartada reducimos aún más la lista de posibles personas que han podido robar el examen. Estamos cerca, ¡sigamos investigando!
No hay comentarios:
Publicar un comentario